Budapest tiene sin duda, un gran pasado lejano, y digo lejano, porque el cercano, aquel que comprende mínimo los últimos 100 años no es tan "grande". Lo primero que te das cuenta cuando llegas a Budapest es que sus edificaciones son preciosas, de un estilo casi imperial (imperio Austro-Húngaro) y que esa ciudad llego a tener un esplendor fuera de lo normal. Pero que ahora, después de que quedarán encerrados por el telón de acero sovieto, muchos de esos edificios (o monumentos) tan majestuosos dejaron de ser mantenidos y se deterioraron mucho.
No obstante, desde hace años, Hungría esta dando pasos agigantados en su economía y esta entrando en Europa. Esto hace que poco a poco, se vaya rehabilitando toda la ciudad. Los monumentos más emblemáticos están ya reparados, pero ya sea en las fachadas o simplemente viendo a los vagabundos, uno no deja de darse cuenta que la situación en ese país no fue buena.
Destacar el folclore Húngaro, super rico y super entretenido (sus bailes, sus violinistas, sus arte en general) y también que tiene un toque imperial la ciudad que jamas será borrado. Tanto Buda como Pest (separados por el famoso río Danubio).
Vimos los monumentos mas emblemáticos, cogimos el Bus turístico, hicimos un crucero con cena por el Danubio (azul) por la noche (inolvidable) y comimos los platos típicos de allí (entre ellos el goulash).
Preciosos hoteles a buen precio. Ideal para perderse un fin de semana y gozar de unos días mágicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario